- Reconocer que nos hemos equivocado es difícil, pero recuerda: herrar es de humanos, y sabio es rectificar.
- Reconocer nuestra equivocación fortalecerá una relación, tanto de trabajo, familiar o de amigos.
- Cuando rectificas muestras tu humildad y eres ejemplo para otros, sanas tu alma y la de alguien más.
- Recuerda que de los errores se aprende mucho.
Es importante destacar que quien no aprende a reconocer sus errores se estanca en su crecimiento y madurez espiritual. Hay que tener sumo cuidado porque muchas veces cometemos errores sin darnos cuenta y dañamos generalmente a los más cercanos a nosotros.
Cuando pasamos por una situación de reconocer un error quitamos todo orgullo y ponemos en práctica la humildad.
La humildad es de valientes y de personas de corazón sincero. En la vida siempre cometeremos errores, pero tenemos la oportunidad de cambiar y rectificar.
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